martes, 12 de abril de 2011

Tratado I Sobre el Universo

El Universo para mí es una energía, una poderosísima energía. Quizá se hable de varias formas en las que se manifiesta la energía, pero el Universo es en sí la única y más maravillosa forma de existencia.

No creo en Dios, tampoco me califico de Ateo y por supuesto no creo en el Diablo, a veces me he encasillado en llamarme agnóstico; eso es ya bastante limitante para cualquier ser humano con aspiraciones de conocimiento.

La sabiduría es el canal que se nos dio para poder recibir esta energía, aunque en realidad jamás la recibimos, si no que en realidad nos conectamos y cerramos el canal de comunicación con la madre energía.

Los seres humanos están cegados, son parte de un ciclo de ciclos, cuando el humano se extinga, el canal de energía se cerrará completamente, sin dar cabida a ninguna especie más de tipo terrestre.

La pena y el dolor no son ni serán jamás castigos para el ser humano, el Universo siempre es energía que está dispuesta a colarse en cualquier persona, sin embargo, el ser humano se empeña, se enfrasca en energías que a veces han cambiado, que han tomado otra dirección y que lejos de comprenderlo, se aferran más y más, lo que les destruye químicamente el cuerpo y les resta tiempo de calidad.

Incluso el dolor es una experiencia necesaria de la vida, pero no una enfermedad crónica. Como seres aptos para el “saber”, a nuestro modo caprichoso pero necesario; debemos estar satisfechos y libres para descifrar cada misterio de la vida, sólo así el dolor y la pena duran muy poco y se aprenden a disfrutar y a entender.

El amor es la debilidad del ser humano, es un sacrificio auténtico, implica pena y dolor nata a él, no se puede amar sin experimentar angustia y otros “padecimientos del alma”. El precio que se paga por el amor es superior a cualquier otro, pero hablando de dualidades, trae consigo en su polo opuesto a la Felicidad, la materia prima que constituye la energía del Universo, traducido a un lenguaje humano, por supuesto.

Se puede apostar a que si no amamos no correremos riesgos, pero en realidad esto es una mera falacia, el humano desde que nace está atado al amor, y cuando el amor va más allá de un ser humano, entonces el amor pasa a términos materiales, fatales y vanales, pero allí sigue.

El amor es una conexión entre dos personas o más, pero se traduce en sentimientos. La atracción y su consiguiente reproducción (sexo) es parte del desequilibrio necesario que se sembró en el hombre, pues a pesar de ser un ser que disfruta de éste, increíblemente lo ha llevado en muchas ocasiones a desgracias a través de su historia.

Dejar de actuar por miedo a algo es a lo que llamo “falta de esperanza”. Aunque parece complicado, existe una forma para abordar la falta de esperanza y actuar, lo primero es estar seguro de lo que uno siente y después ser valiente para tomar decisiones; esto aplica a todo ser que sea humano.

Saber ceder o bien tolerar es un canal de energía positiva, el tener claro el poder de estas acciones son muchas de las respuestas que muchos se niegan a aceptar, y negarlo es como liquidar nuestra felicidad y dar mucha vida a la pena y el dolor, el coraje y la desgracia, envidia y avaricia, al perfeccionismo absurdo; energía negativa finalmente.

La energía madre fluye hacia una dirección siempre, aunque no lo parezca, a veces pensamos que se está desviando, que nuestro camino es uno y para siempre. Sabiduría es lo que necesitamos para descifrar la forma en la que nos llevará y a donde nos conducirá, sin oponernos, la energía nos dará sorpresas inimaginables y claro está, agradables.

En la tierra hay personas guiadas por la energía madre y a su vez estas guían a otras. Es importante saber que el poder de la mente viene de la energía, pero es finalmente el cuerpo quien la conduce a su modo, por ello la energía madre muchas veces es corrompida para tornarse negativa y destructiva.

Todo ser humano tiene una guía espiritual, física y emocional, esta guía por lo general se busca en la gente, cuando en realidad esta gente no es más que un espejo de lo que somos, es un canal humano hacia el canal de la energía universal.

No estamos aquí para aniquilar a nadie, ni para ver llegar la muerte con una sonrisa, somos un paseo de la verdad absoluta que sólo el hombre se ha sembrado en la mente para encontrar una razón de vivir.

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