Después de algunos días sin escribir absolutamente nada, esta noche decidí darme un aire y al vuelo otorgar mis singulares y llanas ideas. Lo terrorífico es que no sé de qué escribir y eso me impele a abordar un tema sin lugar a dudas importante: ¿qué hago aquí?
Si la pregunta resulta absurda, quiere decir que la respuesta resuelve lo que somos, lo que queremos y en qué punto de ello estamos; pero si resulta un mito, entonces es tiempo de alejarse de la computadora y meditar la idea.
¿Qué sentido tiene lo que hago? ¿Es necesario que tenga un sentido? ¿Quién lo pregunta? En la historia de la humanidad hay personajes que recordamos y que nuestros hijos recordarán, ah, y nuestros padres recuerdan; esos personajes son recordados por la huella que dejaron en el hilo de la vida, que puede ser desde un Einsten, un amigo, un abuelo, una mascota, e inclusive lo que hicimos o fuimos en el pasado, pudo haber sido bueno, pero también malo.
¿Qué hago yo? Ah pues yo trabajo, tengo una pareja, me preocupo por mi salud, procuro estar en armonía, trato de aprender más cada vez, amo a mis cercanos, tengo planes de un hogar, cuido a mi perro, le hablo a la plantita, ya estoy dejando de comer chatarra, ya gasto menos, y muchas cosas más...fabuloso, estoy armonizando con mi cuerpo y mi espíritu, o bueno, eso intento; olvidé destacar que me afecta lo que le pasa al mundo y soy testigo de injusticias y dolor: ¡muy bien! y ¿QUÉ HACES AQUÍ?
Esta vida nos da la oportunidad a algunos de explorar el hedonismo en sus múltiples y exquisitas variedades, mientras otros se mueren de hambre. Esta vida nos da la oportunidad a algunos de dar un respiro y volver a la rutina, otros mientras se ahogan en las llamas de la injusticia, caray, pobres de ellos, y que afortunado yo, ¿Qué hago aquí?
Terminaré de escribir mientras alguien seguramente está buscando que comer o beber, y mi cama está calientita, mmm, que bien, pero, sigo sin entender, ¿qué hago aquí? Ahhh, ya sé, seguro, mañana me levanto temprano para hacer mi trabajo excelentemente, mientras algunos tienen contados los días de vida.
El egocentrismo con el que la mayoría de los seres humanos nos guíamos es la semilla más injusta y perversa que nuestro género puede cultivar, el destierro de los demás, pensando que ellos así les tocó vivir es una política sin duda arrogante.
Esa noche me detuve a comer unos tacos, y ese pobre perro buscaba de comer lo que fuera, así que pedí una orden sin cebolla para él, y me dije: "Porque si yo estoy comiendo tú no comes también", desde entonces pienso que si gozo de ciertos "privilegios", por qué los demás no los han de gozar también, aquellos que les ha dado la vida una manera más díficil de vivir; por qué no tambien puedan gozar de los mismos privilegios que yo.
Ayudar a todo este planeta es muy díficil, pero entender lo que estoy tratando de decir es el paso más importante, y más allá de eso, sentir lo que este mundo grita cada día es inevitable, quien no lo pueda percibir ha estado encerrado en su ego muchos años.
Esto no es una religión, no es un dios, no es política ni capitalismo, es el bien que quieres para ti, multiplicado para los demás, la pregunta no es ¿cómo? ¿dónde? la pregunta es ¿lo entiendes?
Si es así, ¿qué haces aquí?
Me despido con esta canción "Out from the Deep - Enigma"